Un recorrido global a través de los “Treinta Gloriosos” (1945-1980). Burgos Ismael David
Un
recorrido global a través de los “Treinta Gloriosos” (1945-1980)
El periodo que se extiende desde 1945 a 1980,
llamado
"Los Treinta Gloriosos" se refiere al espacio de tiempo en donde se
produjeron grandes crecimientos y transformaciones económicas, sociales, políticas y
tecnológicas impulsados tras la Segunda Guerra Mundial, especialmente por la
Guerra Fría.
En este sentido,
encontramos un escenario mundial dividido en dos. Por un lado, un bloque
capitalista liderado por Estados Unidos junto con otros países considerados de
“primer mundo” y por otro, un bloque comunista, comandado por la Unión
Soviética en conjunto con países considerados aun en desarrollo.
En los países occidentales,
el auge del modelo socialdemócrata permitió una redistribución significativa de
la riqueza a través de impuestos progresivos y políticas de bienestar. En
contraste, en los países bajo el régimen comunista, el Estado controlaba la
economía mediante la abolición de la propiedad privada de los medios de
producción.
Al respecto, Thomas Piketty
observa una era de crecimiento económico generalizado y reducción de
desigualdades, impulsada tanto por políticas estatales activas como por
ideologías igualitarias y expansión del Estado de bienestar en muchos países
desarrollados. Durante estos años, los países occidentales implementaron
políticas fiscales y sociales redistributivas que impulsaron un crecimiento
sostenido, el pleno empleo, y la construcción de sistemas de seguridad social
que cubrían aspectos como salud, educación, jubilación y vivienda.
Piketty
señala que estos avances no se debieron únicamente al crecimiento económico
resultante de la reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial, sino también a
un cambio en el enfoque ideológico y político: los gobiernos asumieron un papel
activo en la regulación de los mercados y en la redistribución de la riqueza.
Impuestos progresivos sobre la renta y el patrimonio financiaron el gasto
público, y se promovió la equidad en el acceso a los servicios básicos. Este
modelo permitió reducir significativamente la desigualdad, y muchas personas
lograron mejorar su nivel de vida en un contexto de movilidad social.
Como se mencionó
anteriormente, esta etapa de la historia se caracterizó por profundos cambios,
en mayor y menor medida, alrededor de todo el mundo. Esto se puede explicar por medio de los
distintos modelos que surgieron en dicho periodo que, a pesar de basarse en
diferentes concepciones, contribuyeron al desarrollo en las sociedades donde
fueron aplicados.
La experiencia de los
países nórdicos.
De esta manera, podemos
analizar al modelo del Estado de Bienestar en los países nórdicos. Johannes Kananen, a través de su obra realiza un
estudio de estos, en donde establece que los mismos adoptaron un modelo de bienestar social que combinaba una economía
de mercado con una gran red de seguridad social. A su vez promovía por
medio de ideas socialdemócratas, la igualdad y la justicia social asociadas con una redistribución repetida y continua
de los recursos económicos, el acceso universal a servicios básicos y un
continuo trabajo de cooperación entre el Estado, empleadores y sindicatos.
Algunas de las características que fundamentan
este modelo son:
- Ø Redistribución de la Riqueza: Transferencias económicas desde los sectores más pudientes hacia los sectores más vulnerables.
- Ø Universalismo: Acceso equitativo a salud, educación y otros servicios sociales.
- Ø Cooperación Social: Colaboración entre el Estado y actores sociales para alcanzar objetivos comunes de bienestar.
- Ø Igualdad de Oportunidades: Educación y formación laboral accesibles para todos.
Fuente: Gráfico de
variables – V-Dem
Sin embargo, más allá de su éxito, el modelo nórdico enfrentó desafíos, como la tensión entre crecimiento económico y equidad social, y problemas éticos como las prácticas eugenésicas en Suecia, en donde por medio de un conjunto de intervenciones, políticas o programas que buscaban “mejorar” la calidad genética de la población mediante la promoción o selección de ciertos rasgos considerados deseables y la eliminación de aquellos considerados indeseables, se aprobaron leyes de esterilización forzada de las mujeres de bajos recursos.
El Paradigma de los Gansos
Voladores: Un Modelo de Desarrollo Escalonado y Coordinado
Por otro lado, encontramos a la experiencia del
paradigma de los Gansos voladores. Consiste en un modelo de estudio, elaborado
por el economista japonés Kaname Akamatsu en la
década de 1930, que busca explicar el proceso de desarrollo económico-
industrial a través de crecimiento en cadena de las economías asiáticas. Este
modelo propone que las economías de la región siguen un patrón de
industrialización escalonado y secuencial, similar a una formación de gansos en
vuelo, donde cada país se especializa en diferentes etapas del proceso
productivo. Los
países más desarrollados abren camino y transfieren tecnologías y conocimientos
a los menos desarrollados, quienes replican el progreso y continúan el ciclo.
En este sentido, la teoría plantea un modelo dinámico de integración
económica y desarrollo, en el que cada país sigue una secuencia de modernización
industrial.
Akamatsu
propuso este modelo para explicar el proceso de desarrollo de los industrializadores tardíos,
tomando como referencia la experiencia de Japón, que pasó de ser una economía
devastada a una potencia industrial. La posguerra consolidó su lugar como una
economía industrializada y marcó una estructura jerárquica en la región,
donde las economías asiáticas seguían la senda trazada por Japón. Es decir que
este encabezó la industrialización en Asia, seguida luego por los denominados
Tigres
Asiáticos: Corea del Sur, Taiwán,
Singapur y Hong Kong. En una fase
posterior, otros países como Tailandia,
Malasia, Vietnam, y China
también se integraron en la secuencia.
El paradigma
plantea un proceso de crecimiento en el que cada país se especializa en distintas etapas de la
cadena productiva, en función de su nivel de desarrollo. Las economías menos
desarrolladas producen bienes básicos
que requieren menos inversión y tienen bajo valor agregado, mientras que los
países más avanzados se centran en productos
tecnológicos y de mayor sofisticación.
A medida que
las economías más avanzadas transfieren
tecnología y conocimientos a las más rezagadas, estas últimas progresan
y logran avanzar en la cadena de valor.
Esta fragmentación y redistribución de la producción permite que toda la región
avance de manera coordinada.
Estas
economías experimentaron un rápido crecimiento mediante políticas de
exportación y estrategias industriales orientadas al comercio
exterior.
El
economista Shigehisa Kasahara
amplió la teoría del paradigma, afirmando que el vuelo de los gansos no sigue
una formación rígida, sino una línea recta y paralela, donde los
distintos países asumen el liderazgo en diferentes momentos. En lugar de
simplemente seguir a un líder fijo, cada economía desempeña un papel relevante
en función de su situación, y otras se van incorporando al proceso.
El objetivo
de este enfoque no es que los países menos desarrollados persigan al líder,
sino que avancen juntos de forma
sincronizada, aprovechando las ventajas de la cooperación regional y la especialización dinámica.
Podemos decir entonces, que el paradigma de los gansos voladores ofrece un marco para entender cómo las economías asiáticas han logrado progresar colectivamente. A través de la transferencia tecnológica, la especialización escalonada y la fragmentación productiva, el modelo ha facilitado que toda la región avance en la industrialización.
La dinastía Kim
Con la derrota de Japón en la Segunda Guerra
Mundial, la península de Corea
fue dividida en dos zonas: el norte, bajo la influencia soviética
y comunista, y el sur, bajo
control estadounidense y con un modelo capitalista incipiente. En 1948, la separación se formalizó con
la creación de dos estados independientes:
- Corea
del Norte, liderada por Kim Il-sung, quien
estableció un régimen comunista de partido único alineado con la Unión
Soviética.
- Corea del Sur, gobernada inicialmente por Syngman Rhee, un presidente anticomunista apoyado por Estados Unidos, que introdujo un sistema democrático-capitalista.
Esta
división reflejaba la rivalidad
ideológica entre el comunismo y el capitalismo. Mientras Corea del Sur
ha evolucionado hacia una democracia consolidada, Corea del Norte se convirtió en un régimen totalitario, cuyo
desarrollo de armas nucleares y postura desafiante hacia la comunidad
internacional representan una amenaza
global.
Fuente: Gráfico de variables – V-Dem
La historia
de Corea del Norte está marcada por la ocupación
japonesa (1910-1945), que sometió al pueblo coreano a abusos y
humillaciones. Al finalizar la guerra, Stalin
eligió a Kim Il-sung, un guerrillero que había luchado contra los
japoneses, para liderar la parte norte de la península. Kim utilizó el resentimiento popular hacia la ocupación
para ganar apoyo y prometió independencia
y autonomía, lo que le permitió consolidar su liderazgo.
Para
asegurar su control sobre la población, Kim implementó el sistema de castas conocido como Songbun,
que dividía a los ciudadanos en tres categorías: leales al régimen, neutrales
y hostiles al gobierno.
Así, el
acceso a recursos, educación, empleo y
privilegios dependía del nivel de lealtad de cada individuo y su familia
al régimen. Los opositores eran enviados a campos de trabajo forzado y sus descendientes sufrían represalias
por generaciones.
El Culto a la Personalidad y el Aislamiento Internacional
Durante las décadas
de 1960 y 1970, Kim Il-sung intentó reforzar su régimen mediante sabotajes
y atentados contra líderes surcoreanos, lo que profundizó la rivalidad
ideológica entre ambos países. Sin embargo, estos actos generaron
descontento interno, por lo que Kim recurrió a su hijo, Kim Jong-il,
para consolidar su imagen.
Kim Jong-il fomentó un culto a la personalidad, presentando a su padre como el "Padre de la Nación". Se eliminó toda forma de religión para evitar cualquier competencia simbólica, y el régimen erigió enormes estatuas de Kim Il-sung, reforzando su veneración como una figura casi divina. Además, se implementó un aislamiento extremo, donde el acceso a información externa quedó prohibido y la propaganda del régimen fue el único medio disponible.
En otras
palabras, la
historia de Corea del Norte refleja cómo un régimen puede
consolidarse mediante una combinación de control social extremo, culto
a la personalidad y aislamiento internacional. Bajo la dinastía Kim,
el país ha mantenido su independencia a costa de represión interna
y un aislamiento casi total. Esta trayectoria contrasta con la de Corea
del Sur, que optó por un modelo capitalista y democrático con apoyo de
Estados Unidos, dando lugar a dos sistemas opuestos en una misma región.
Los
Treinta Gloriosos desde una perspectiva nacional.
Durante este
período en Argentina, el país atravesó un ciclo de inestabilidad política
caracterizado por la alternancia entre el populismo peronista y gobiernos
militares, como lo analiza Luis Alberto Romero en su libro Historia
Contemporánea Argentina. La llegada de Juan Domingo Perón a la presidencia
en 1946 marcó el inicio de un proyecto político que, en sus dos mandatos
(1946-1955 y 1973-1974), buscó una profunda transformación social y económica.
En su primer
mandato, Perón implementó un modelo de industrialización por sustitución de
importaciones (ISI) para promover la industria nacional, generar empleo y
defender la soberanía económica, nacionalizando empresas estratégicas. A través
de reformas laborales y de inclusión social, incorporó a la clase trabajadora
en la vida política y social, otorgándoles derechos como vacaciones pagadas,
aguinaldo y jubilaciones, lo que mejoró notablemente sus condiciones de vida y
generó un sentido de pertenencia.
Sin embargo,
su gobierno enfrentó la oposición de sectores económicos y sociales que temían
su creciente autoritarismo, así como una retórica antiestadounidense que
distanció a Argentina de potencias como EE. UU., lo que impactó su comercio
exterior y aumentó la inflación. No obstante, el gobierno logró sostener una
expansión del consumo mediante políticas de redistribución y congelamiento de
precios, fortaleciendo su apoyo popular. La figura de Eva Perón, a través de la
Fundación Eva Perón, fue clave en el vínculo entre el Estado y los sectores
populares, simbolizando el Estado benefactor.
Tras el
derrocamiento de Perón en 1955 y su retorno en 1973, Argentina cayó en una
crisis económica y social que llevó a su sucesora y esposa, Isabel Perón, a ser
depuesta por un golpe militar en 1976, en un contexto de creciente crisis. En
contraste con modelos estables, como los nórdicos y asiáticos, Argentina
experimentó una inestabilidad recurrente debido a la alternancia de enfoques
políticos y económicos, oscilando entre los gobiernos peronistas y las
dictaduras militares.
Bibliografía
Los Kim,
Radiografía de Corea del Norte (parte I a IV).
Kasahara,
Shigehisa. "A Critical
Evaluation of the Flying Geese Paradigm: the evolving framework of the model
and its application to East Asian regional development and beyond." (2019).
Introducción y Cap. I
Kananen,
Johannes. The Nordic welfare
state in three eras: From emancipation to discipline. Ashgate Publishing,
Ltd., 2014. Introducción y Cap. IV
Piketty, Thomas. Capital e Ideología, Editorial Paidos,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 2019.
Romero, Luis Alberto. Breve historia
contemporánea de la Argentina 1916-2016. Fondo de Cultura
Económica Argentina, 2022. .
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